Conocé el proceso
La Yerba Mate (o su nombre científico Ilex paraguariensis Saint Hilaire) es originaria de zonas subtropicales de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Son árboles de porte erecto, copa redondeada, con follaje persistente y de hojas gruesas. Originariamente la yerba mate fue utilizada por las tribus Guaraníes (primitivos pobladores de estas zonas) que la consumían como infusión dentro de unos calabacines que llamaban en voz Quechua “matí”. Esta infusión se ha difundido ampliamente, transformándose en una arraigada costumbre para millones de Argentinos que la disfrutamos a diario.
En la actualidad, se conoce como Yerba Mate a un producto obtenido de esta planta y formado por sus hojas desecadas y trituradas exclusivamente, mezcladas o no con pequeños fragmentos de sus ramas secas e igualmente tratadas. Estos, junto al polvillo resultante de la molienda, son los únicos tres elementos que forman parte de nuestra Yerba Mate Rosamonte y que luego de un proceso y una equilibrada formulación en la mezcla, dan lugar a los productos que todos los Argentinos prefieren.
En Rosamonte adquirimos manualmente las semillas de nuestras mejores plantas, que posean el mejor color, tamaño y sin lesiones. Las plantamos con suma delicadeza y cariño, en almácigos especiales en nuestros viveros, bajo un estricto control de temperatura y humedad hasta su maduración, cuidando los plantines mientras nacen y comienzan a crecer. No utilizamos pesticidas ni fertilizantes artificiales (químicos), ya que nuestro suelo apostoleño nos brinda todos los nutrientes necesarios para el mejor desarrollo de estos plantines.
Una vez que la planta va cobrando altura y fuerza es trasplantada a macetas especiales, con más espacio, donde logran independencia y se fortalecen.
Cuando la planta adquiere las características ideales para su trasplante, es llevada a terrenos especialmente diseñados para cultivos nuevos, limpios de malezas y óptimas condiciones de
preparación del suelo. Durante el primer año de vida de la planta, se la cubre con un “poncho” o pantalla que las protegen del abuso de radiación solar y de ciertos insectos.
Luego de eso, la planta tiene toda la capacidad para crecer sana y desarrollarse en los campos de Misiones y norte de Corrientes, donde la tierra arcillosa, rica en ácido fosfórico, potasio, óxido de hierro, nutrientes orgánicos y libre de agroquímicos confieren el mejor escenario para su evolución.
Así se llama al proceso mediante el cual nuestro personal cosecha manualmente las hojas maduras de yerba mate. La cosecha se realiza desde el mes de Abril y se extiende a fines de Setiembre, en yerbales propios y de colonos seleccionados por la calidad de materia prima que proveen para mantener el nivel requerido por nuestra empresa. En el caso de las plantaciones nuevas, se podan las plantas para controlar su crecimiento y forma, pero con esas podas, se realiza abono para la tierra, ya que recién después del 4to o 5to año de vida.
Las plantas obtienen un grado de madurez en las hojas, con las que podemos obtener un producto de calidad. Solo se tarefa una parte de la planta, para no causarle desequilibrios en su estructura y fisiología, cosechando algunas de sus ramas (las más maduras) realizando un “quiebre” en ellas. Las ramas ya quebradas se acondicionan sobre amplios lienzos de arpilleras denominadas “ponchadas” recogidas y atadas en sus cuatro extremos, constituyendo el “raído”.
Gracias a un equipo técnico, en Rosamonte innovamos constantemente y hemos implementado en un porcentaje de nuestra tarefa, una cosecha mecanizada experimental que se realiza en terrenos y plantaciones especialmente preparados. Esta cosecha se realiza con un equipamiento de altísima tecnología que logra un corte minucioso, cuidando tanto la planta, como el producto cosechado. En jaulas espaciosas se depositan los cortes, mientras son trasladados en camiones especiales. Una vez realizada la tarefa manual, el raído o la cosecha mecanizada, nuestra materia prima es transportada a nuestro secadero.
En nuestros propios laboratorios analizamos la hoja verde, la yerba canchada, la yerba molida en cada una de las etapas y el producto final para garantizar la óptima calidad.
De esta forma logramos la fórmula única que en Rosamonte desarrollamos y perfeccionamos a través de 3 generaciones familiares, y para cada una de nuestras presentaciones.
Luego de varios años de aprendizaje, planificación, conocimiento y esfuerzo, hemos inaugurado nuestro nuevo secadero modelo, con la mejor tecnología del mercado, utilizando biomasa como combustible para la generación de energía calórica para el sapecado y secado, acompañando nuestra filosofía de ecosistema productivo y desarrollo sustentable. Hoy contamos con el secadero más grande y con mayor tecnología del país, elevando así nuestros niveles de eficiencia en gestión ambiental y de RRHH (seguridad del personal de planta).
calidad del producto, automatización y estabilidad de los procesos. De esta manera contribuimos a la protección de los recursos ambientales (pilar fundamental de nuestra empresa), de acuerdo a los más altos estándares de calidad internacional.
Ya, en nuestro secadero, la materia prima es ventilada. Luego es depositada en una planchada automática que regula la caída de la hoja verde en una cinta de transporte conduciéndola al sapecador.
El sapecado consiste en un secado muy rápido, de 20 a 30 segundos, a la acción directa de la llama del fuego en un cilindro horizontal giratorio con temperatura de hasta 600º C.
Se realiza dentro de las 12 horas de terminada la cosecha. Durante esta exposición se detiene el proceso enzimático de fermentado y oxidación de la materia prima que pierde un 80% de humedad, aquí adquiere su característico aroma y color perdiendo el sabor a hoja verde.
En un espacio controlado, se expone a la materia prima al flujo de aire caliente y puro que proveen cuatro generadores de alta eficiencia, que funcionan utilizando energía de biomasa húmeda recuperada (aserrín, chip y corteza de descarte). Con un sistema de alta eficiencia, cada generador es capaz de decantar partículas para evitar la polución. El aire caliente generado se entrega por medio de ductos especiales a los 16 (dieciséis) secaderos, de acuerdo a la necesidad de cada uno, regulando en forma automatizada y centralizada.
SISTEMA DE CONTROL
Contamos con un sistema de control totalmente automatizado de última generación, desde la incorporación del combustible y a través de todas las etapas, que garantiza la confiabilidad y eficiencia constante del proceso. El operador, desde la sala de control, puede visualizar valores instantáneos e históricos, lo que le permite generar las correcciones necesarias en los parámetros considerados por el sistema. Esto garantiza una optimización absoluta del consumo energético y de la calidad constante del proceso.
Es un proceso de molienda gruesa, donde se tritura toscamente el producto ya seco y se acondiciona para facilitar su embolsado y transporte. Hemos heredado su nombre porque antiguamente se realizaba esparciendo la yerba sobre un lugar plano, recubierto de arpilleras, a las que denominaban «canchas», y se golpeaban manualmente para romperlas; de allí su denominación. Una vez canchado, se carga tanto en bolsas de arpillera como en big bags (dependiendo de su estacionado), con un rótulo que indica fecha de ingreso y origen de la materia prima.
ESTACIONADO
La Yerba canchada y embolsada, se estaciona de forma natural en depósitos especialmente acondicionados con control de luz, oxigenación, temperatura y aireación. El tiempo de estacionado es de 12 a 24 meses según el producto final a obtener. Es en esta instancia donde nuestra yerba mate adquiere las distintas características de sabor, aroma y color que nos identifican.
La molienda consiste en sucesivas operaciones de trituración, zarandeo y mezcla. Se transporta por cintas mecánicas hasta la «zaranda de limpieza» para la eliminación de palos gruesos y ramas en exceso. Luego pasan a un proceso de clasificación en el que se separan las hojas y el palo. Estas hojas se trituran en un molino para ser zarandeadas nuevamente y obtener distintos productos según el grado de trituración. El palo por otro lado, es transportado a un “corta palos” que los corta en trozos uniformes.
Cada parte (hoja, palo y polvo) se almacena en silos separados para ser mezclados por un proceso de exactitud tecnológica, con cintas comandadas por un PLC (programador lógico controlado) en distintas proporciones y en función de la granulometría de la mezcla para lograr el sabor característico de cada variedad Rosamonte.
Una vez terminados los procesos de molienda, selección y equilibrio que requiere nuestra yerba mate se procede al envasado. Esto lo realizan equipos automáticos de avanzada tecnología, que cargan los envases, dosifican el producto, sellan y rotulan cada uno de ellos para su control. Los envases presentan varias capas de diversos materiales, diseñados para preservar las características organolépticas de cada una de nuestras variedades de yerba mate.
EXPEDICIÓN
Pasados los últimos controles de calidad y selección se almacenan en pallets en los depósitos de expedición para entrar en la cadena de comercialización.
La excelencia del sabor, color y aroma de nuestra yerba mate nos hace distinguibles en el mercado interno y externo y nos posiciona como líder en ventas de yerba mate de alta calidad.
Es una de las plantas ricas en vitaminas. Estimula la actividad muscular, pulmonar y regula los latidos del corazón. Produce además una sensación de bienestar, vigor y lucidez intelectual. Tiene acción hepatoprotectora, diurética, digestiva y optimiza la absorción nutricional del organismo regulando en general todas sus funciones de asimilación.
La infusión de las hojas de yerba mate presenta propiedades energizantes y tonificantes debidas al contenido de mateína, principio activo del grupo de las catequinas, que estimulan el sistema nervioso central y promueven la actividad mental, con la positiva particularidad de no interferir con los patrones normales del sueño. También acción antioxidante por unas sustancias llamadas flavonoides.
Brinda sensación de saciedad y se utiliza para colaborar con la pérdida de peso. Posee cantidades considerables de potasio, hierro, fósforo, sodio y magnesio; también contiene diversas sustancias antioxidantes, vitaminas (A, B1, B2, C y K) y carotenos.
Nuestros productos son avalados por la
FUNDACIÓN CARDIOLOGICA ARGENTINA.
Por este conjunto de acciones consideramos a la Yerba Mate fuente de energía natural.